HACER RUIDO: Luis Fernando Amaya

HACER RUIDO: Luis Fernando Amaya

by Carolina Vélez Muñiz

Carolina has provided the following exploration of Luis Fernando Amayas practice in both English and Spanish. Scroll down for Spanish version.

Composer and percussionist Luis Fernando Amaya created a soundscape that will be streamed in HACER RUIDO on Friday, April 16. The soundscape and three more performances are part of the ESS series The Quarantine Concerts. This is the first concert organized by 2021 ESS Curatorial Fellow, Carolina Vélez Muñiz. HACER RUIDO focuses on how four different artists explore sound to embody protest or to voice critical thought. Along with the sound pieces, the streaming will include 3D animation work by Cielo Saucedo, made in collaboration with the performing artists.

Luis Fernando and his partner Ana welcomed as many plants as possible in their Chicago apartment, which they carefully arranged based on their needs. Some plants were grown from scraps of food that they preferred to regrow instead of throwing away. He is one of the people I know with the most respect and care towards non-human beings; towards the Earth. Unlike me, he is always willing to take the time and discomfort to ask supermarket cashiers, food vendors, and restaurant workers to put things in his reusable containers rather than using the convenient alternative, which is single-use plastic. 

Like a garden grandpa, he can talk for a long time about how the plants in his care are doing. Sometimes the stories are about how he rescued certain ones that people (including me) gifted him. He is attuned to the needs of plants with a particular attention to detail and changes. I think that his exercises in “active imagination,” as he calls them, have helped him develop careful relationships with non-human beings. He did say to me that his musical experiments have given him more patience towards reactions from other beings that would make him uncomfortable in the past.

Dialecto de Árbol, or Tree Dialect is a study which led to his PhD in Composition dissertation, Árbol de Bocas. I listened to the Tree Dialect n. II and found many paths to questions about his work. The piece, for 24 voices, is parallel to Roald Dahl’s short story “The Sound Machine.” In the story, a machine can make sounds emitted by plants audible to humans. Luis Fernando tells me how in the moment we can figure out communication with them in our terms, the ontological level of any species rises. Then we feel bad about causing them harm for our particular benefit. The voice composition is, then, an acknowledgement that a tree’s voice is there, but we need to take time to hear and understand it. Maybe, if people raised with logocentric values think in this way, we can begin acting in relation to all entities, and not just see the rest of non-human beings as raw material for our consumption.

Luis Fernando moved to Puerto Rico a couple of months ago. There has been a trade-off in his change of scenery. Stores are not within walking distance, unlike Aguascalientes (where he is from) or Chicago. Instead, he is very much submerged by the lush jungle. Nearby, there is a brook, or “quebrada,” surrounded by unapproachable soil. This particular environment has resulted in an unwanted site for construction, inconvenient for the expansion of San Juan. The inaccessibility of the quebrada, instead, has protected the flora and fauna of the jungle. The soundscape, which Luis Fernando titled Quebrada, is made from recordings of sounds during walks he took, like birds singing or rain hitting leaves and the soil. He also picked up certain parts of the environment, like palm and yagrumo leaves and soil. Luis Fernando then recorded sounds with those parts to be included in the soundscape.

Join us on Friday to listen to a soundscape that closes gaps between the so-called “natural” and human-made; a call to not confuse differences and separation. After all, Luis Fernando says we are all “cells which conform an entity; and I am just working with parts of another body.”

Photo credits: Ana María Bermúdez

Photo credits: Ana María Bermúdez

El compositor y percusionista Luis Fernando Amaya creó un paisaje sonoro para HACER RUIDO, que se transmitirá el viernes 16 de abril. El paisaje sonoro y tres performances más son parte de la serie del ESS, The Quarantine Concerts. Este es el primer concierto organizado por la Becaria Curatorial 2021 del ESS, Carolina Vélez Muñiz. El concierto se enfoca en la manera en que cuatro diferentes artistas exploran el sonido para encarnar protestas o para darle voz al pensamiento crítico. La transmisión también incluirá animación 3D por Cielo Saucedo, hecha en colaboración con los artistas de sonido.

Luis Fernando y su pareja Ana recibieron tantas plantas como pudieron en su apartamento en Chicago, las cuales acomodaron de acuerdo a sus necesidades. Algunas plantas crecieron de restos de comida que prefirieron plantar en vez de tirar a la basura. Luis Fernando es una de las personas que conozco con más respeto y cuidado hacia entes no-humanos y hacia el planeta. A diferencia de mi, siempre está dispuesto a tomarse el tiempo y la incomodidad de pedirle a vendedores de comida y personal de restaurantes a poner las cosas en sus tópers, en lugar de usar plásticos de único uso.

Como un abuelito jardinero, puede hablar por mucho tiempo acerca de cómo están las plantas bajo su cuidado. De vez en cuando las historias son acerca de cómo rescató algunas después de que personas (incluyéndome) se las regalamos. Está sintonizado con sus plantas con una atención particular a los detalles y a sus cambios. Creo que sus ejercicios en “imaginación activa,” como los llama, le han ayudado a desarrollar relaciones cuidadosas con entes no-humanos. Me contó que sus experimentos musicales le han otorgado más paciencia hacia reacciones de otros seres que en el pasado lo pondrían incómodo. 




Sus piezas Dialecto de Árbol son un estudio previo a su tesis de doctorado en composición, llamada Árbol de Bocas. Cuando escuché el Dialecto de Árbol n. II entendí mejor su trabajo. La pieza, para 24 voces, es paralela al cuento de Roald Dahl, “La Máquina del Sonido.” En el cuento, hay una máquina que hace los sonidos emitidos por las plantas audibles a la humanidad. Luis Fernando me cuenta como, en el momento que nos podemos comunicar en nuestros términos, el nivel ontológico de cualquier especie sube. Esto nos lleva a sentirnos mal al causarle daño a la especie para nuestro beneficio. La composición de Luis Fernando es como un reconocimiento de que existe la voz en un árbol. Sólo queda tomarse el tiempo para escucharla y entenderla. Tal vez si las personas criadas bajo valores logocéntricos escucháramos esta voz, podríamos empezar a actuar en relación a otras entidades y no sólo viendo al resto de los seres no-humanos como materia prima para nuestro consumo.

Luis Fernando se mudó a Puerto Rico hace unos meses. El cambio de paisaje lleva consigo un trueque. Las tiendas no están a una distancia caminable, como en Aguascalientes (donde nació) o en Chicago. En cambio, está sumergido en la opulencia de la selva. Cerca de donde vive, hay una quebrada que está rodeada de un suelo inestable. Las particularidades de este entorno no han permitido que la ciudad invada este espacio. De esta manera, la inaccesibilidad de la quebrada ha logrado proteger la fauna y flora de la selva. El paisaje sonoro que presentará, titulado Quebrada, está hecho de grabaciones de sonidos en caminatas por la quebrada, como los pájaros cantando o la lluvia cayéndole a las hojas o al suelo. En las caminatas, él recogió algunas partes del entorno, como hojas de palma o yagrumo y tierra. Luego, grabó más sonidos con los elementos que recogió para el paisaje sonoro. 

Acompáñenos el viernes para escuchar un paisaje sonoro que cierra brechas entre lo llamado “natural” y “humano;” para dejar de confundir las diferencias con separación. Después de todo, dice Luis Fernando, todos somos células que conforman una entidad; y yo estoy trabajando con partes de un cuerpo.”



articleOlivia Junell